La revolución del cold brew llega a Spaveggi
Por Irene Espuche Gil, Tecnóloga de Alimentos, Máster en Nutrición y Seguridad Alimentaria
"Ni cafeteras italianas, ni cápsulas: lo más cool en estos momentos es el café ‘cold brew’ o café infusionado en frío."
Como muchas tendencias, ésta también es importada. Con gran éxito en Inglaterra, Estados Unidos y Australia, suelen ser los turistas los que más se sorprenden y alegran cuando el cold brew está en la carta de alguna cafetería local.
Y no es para menos, porque el cold brew parece lograr la misión de conservar lo mejor de los nutrientes del café ganando, además, la versión más deliciosa del sabor.
Los granos de café contienen, entre otros muchos compuestos, determinados aceites y ácidos grasos que son solubles solo a temperaturas elevadas. Sustituyendo el calor en los procesos de extracción del café por agua fría, se consiguen los compuestos organolépticos y la cafeína del café, dejando atrás la amargura del aceite de café y el picante de los ácidos grasos.
El cold brew de Spaveggi, está elaborado con granos de café Arábica siguiendo el proceso ‘cold brew’, basado en la maceración del café molido en agua fría durante veinticuatro horas, resultando un café ligero pero con cuerpo que conserva los nutrientes, aromas, sabor y dulzor natural del grano, con menor acidez y contenido en cafeína que otros cafés.
Está presentado en botes de cristal de 200 mL cerrados al vacío, quedando así totalmente confirmadas la seguridad y conservación del producto.
Además de con hielo, puedes preparar el cold brew de Spaveggi como te apetezca: mezclado con leche, integrado en un cóctel o endulzado con azúcar, sacarina y stevia, entre otros.
"Café, agua y nada más. 100% natural
Sin conservantes, ni colorantes, ni azúcar"
A algunos les encanta desde el principio y a otros les lleva un tiempo acostumbrarse, pero nadie lo rechaza por completo. Y es que su sabor, sobre todo amable, invita a un romance lento pero duradero, que bien puede comenzar al calor del verano para luego continuar durante el resto del año.
Café y salud
Si eres amante del café no necesitas ningún motivo para disfrutarlo, pero ¿sabías que además de estar delicioso tiene múltiples beneficios para la salud?
· Funciones cerebrales y cognitivas
El consumo diario y moderado de café mejora varios aspectos de la función cerebral, tales como la memoria, la concentración, el estado de ánimo y de alerta, los niveles de energía, los tiempos de reacción y la función cognitiva general.
· Metabolismo, asma y alergias
La cafeína acelera el metabolismo, convirtiendo al café, dentro de una dieta variada y equilibrada, en un poderoso aliado para la pérdida de peso. También dilata los bronquios, ayudando a combatir las crisis de asma y otras alergias.
· Enfermedades neurodegenerativas, diabetes y cáncer
El café, junto a unos hábitos de vida saludables, ayuda a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson y a reducir el riesgo de sufrir diabetes tipo 2. Además, su consumo puede prevenir distintos tipos de cáncer, como el de colon y el de mama, debido a la presencia de antioxidantes capaces de prevenir y/o retrasar el envejecimiento celular y el estrés oxidativo.
· Bueno para el corazón
Es conocido que la cafeína aumenta la presión sanguínea, pero no el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, sino todo lo contrario: parece que previene los infartos. Así, el consumo de café en cantidades moderadas ayuda a reducir el riesgo de padecer insuficiencias cardíacas.
· Salud bucodental
Tomar café, sin leche ni azúcar, ayuda a eliminar las bacterias presentes en la boca, previniendo así la caries y el mal aliento.
Con moderación
Aunque la cafeína se percibe a veces como un ingrediente negativo, no lo es si se toma en su justa medida. Lo recomendable es no pasarse de las 4-5 tazas de café expreso al día. A partir de ahí es cuando pueden aparecer efectos perjudiciales sobre el sistema nervioso, palpitación, taquicardia, insomnio y aumento de la presión arterial, según las autoridades médicas. En cualquier caso, las cantidades también dependen de cómo metaboliza cada persona la cafeína.
Asimismo, se desaconseja su consumo en niños menores de ocho años y en personas con trastornos neuropsiquiáticos, y con frecuentes taquicardias.
Irene Espuche Gil
Tecnóloga de Alimentos, Máster en Nutrición y Seguridad Alimentaria
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